domingo, 1 de octubre de 2017

FRITZ LEIBER

FRITZ LEIBER

José Francisco Sastre García

            Hablar de Fritz Leiber es hablar de una época dorada en la literatura, no sólo la pulp, sino también con mayúsculas: evocamos un momento en que surgieron escritores de la talla del que tratamos hoy, junto con otros como R. E. Howard, H. P. Lovecraft, Seabury Quinn, Abraham Merritt, Frank Belnap Long, Erle Stanley Gardner, Manly Wade Wellman, Henry Kuttner, Clark Ashton Smith…
            Para muchos amantes de la literatura de género, este escritor está considerado como el padre del estilo denominado como Espada y Brujería (Sword & Sorcery). Y ello porque se anticipó a Howard, el otro gran fundador de este género, con una saga que pasaremos a comentar a continuación, un auténtico hito en la fantasía que no desmerece en lo más mínimo las de Howard: la serie de Fafhrd y el Ratonero Gris. La clave de esta polarización sobre quien lo creó o inventó está sobre todo en el hecho de que aunque fue el primero y sus personajes trascendieron las páginas en las que lo había plasmado, su obra quedó en parte supeditada al tremendo boom que supuso la aparición de las figuras emblemáticas del mundo howardiano: Conan el Bárbaro, el rey Kull, Cormac Mac Art, Solomon Kane, Bran Mak Morn… He ahí la gran diferencia entre uno y otro: el primero fue Leiber, que sentó las bases, y el tejano le dio tal impulso que se puso a la cabeza de la lista por goleada.
            Fritz Leiber tocó todos los géneros, y en cada uno de ellos mostró unas características ligeramente distintas, adaptadas a lo que necesitaba en cada momento: de forma genérica, podemos decir que su estilo era rápido, ligero, con una densidad muy fácil de llevar, y un ritmo acorde a cada historia, dependiendo de que se necesitara la velocidad de la acción trepidante como el la saga de Newhon (Fafhrd y el Ratonero Gris), o una desaceleración agobiante, insidiosa, como en Nuestra Señora de las Tinieblas.
            Su obra más celebrada es, sin duda alguna, la saga que ya hemos citado, una serie de libros estructurados a base de relatos independientes aunque agrupados por orden cronológico, en los que recrea un mundo, el de Newhon, por donde se mueven los dos personajes principales, sobre todo en torno a la ciudad más importante y al tiempo sucia o corrupta, Lankhmar.
            Preguntarán quiénes rayos son esa pareja que cito… Pues bien, estamos ante una obra llena de sarcasmo, ironía, acción a raudales y al tiempo plena de tragedia y dolor: si ya de por sí el Ratonero es un pícaro en busca de vida fácil, dispuesto a lo que sea con tal de disfrutar de todos los placeres y comodidades de la existencia, y Fafhrd un bárbaro norteño estoico pelirrojo, casi incapaz de reconocer el sarcasmo y con muchas ganas de juerga y poca capacidad para asumirla como lo que es, la asociación entre ambos hará que sus personalidades se vayan cruzando para dar lugar a dos tipos en los que el hedonismo y la buena vida son una seña principal de identidad para correr aventuras de todo tipo, marcadas por la tragedia de perder a sus parejas respectivas y, sobre todo, por el posterior mecenazgo, por llamarlo de alguna manera, de una pareja de dioses tan caprichosos como volubles, Ningauble y Sheelba.
            Uno de los detalles que hacen de estas historias algo tan atractivo es precisamente la polarización, el contraste tan brutal entre ambos personajes: el urbanita, asentado, conocedor de todos los entresijos de la vida en la ciudad y decidido a aprovecharlos hasta el último, y el bárbaro procedente de las montañas, en apariencia simple, directo, sin malicia ni conocimiento del mundo urbano en el que lo introduce el Ratonero a golpes de espada y triquiñuelas. Normalmente se suele poner a un protagonista y su comparsa, pero en este caso no: son dos protagonistas, cuyos caracteres se complementan a la perfección, ofreciendo la inteligencia y la picaresca contrapuestos a la simplicidad, la fuerza bruta y un cierto código de honor.
De lectura sencilla, en la que en ocasiones aparece una cierta densidad que se sobrelleva muy bien, es una obra maestra de la espada y brujería, altamente recomendada, con la que podemos pasar horas de entretenimiento y diversión leyendo las hazañas, entre improbables, imposibles o absurdas, de esta pareja que se enfrenta a toda suerte de peligros, incluida la propia Muerte, a la que llegan incluso a burlar en su propio reino…
            La trama está preñada de picaresca, latrocinio, engaños… Momentos cómplices en los que el lector no puede por menos que sentir simpatía hacia estos personajes, baqueteados por la diosa Fortuna y, más concretamente, por sus mentores, que los usan a su antojo hasta que se rebelan y tratan de seguir su camino por su cuenta, para descubrir que nadie es completamente libre.
            Si cambiamos de tercio y nos vamos al terror, nos encontraremos con un Leiber en el que la ambigüedad, el miedo a la oscuridad y a lo desconocido, generan un ambiente pavoroso, que arrastra a quien lo lee hacia un marasmo de locura en el que los protagonistas caen sin apenas darse cuenta de lo que está sucediendo, cuando ya es demasiado tarde para huir del horror que se ha extendido sobre ellos. Aquí descubrimos a un escritor que sabe jugar muy bien con la psicología de los personajes, con los miedos, los terrores más profundos, guiando al lector hacia el objetivo de ponerse en la piel de los personajes, tratando de ver la manera de escapar al destino que se cierne inexorable sobre ellos. Con un ritmo más pausado, que no lento, la trama y la acción envuelven como un sudario a quien está intentando seguir el hilo, ofreciéndole pistas y señales pero sin dar la solución final hasta que ésta acaece sin remedio. Llegó incluso a tocar el mundo lovecraftiano de los Mitos de Cthulhu con una novela, The Dealings of Daniel Kesserich, perdida durante mucho tiempo hasta que se publicó en 1997, después de su muerte en 1992, aunque había sido escrita en 1937. Sus ambientaciones, escenarios, lo han convertido, por derecho propio, en el precursor de lo que hoy por hoy se denomina terror urbano.
            Y ya pasamos a la ciencia ficción: aunque la originalidad no es fácil en este género, puesto que ya en su momento se asentaron unas bases de las que resultaba muy difícil escapar sin caer en la chapuza, el autor consigue darle un nuevo punto, unos enfoques a sus historias que las hacen cuando menos novedosas, atractivas y adictivas, en las que introduce elementos que son casi como fetiches para él: los gatos, por ejemplo, que fueron una de sus mayores aficiones en vida, jalonan buena parte de sus historias, hasta el punto de que en algunas de ellas se trastocan en alienígenas de aspecto felino con un tremendo poder de seducción que afecta profundamente a los humanos, o gatos con un coeficiente intelectual de incluso 160… Historias de ritmo cambiante, en las que todo puede suceder en un cosmos lleno de universos paralelos, de dimensiones a través de las cuales viajan todo tipo de seres…
            Y todavía queda algo sobre Fritz Leiber que no he dicho: después de que se estrenara la película Tarzán y la Ciudad de Oro, Burroughs le otorgó permiso para escribir la novelización de dicho film, convirtiéndolo en Tarzan and the Valley of Gold, una historia que no llegó a publicarse en España, como tantas otras, en la que mantiene el espíritu del carismático personaje y lo introduce en aventuras nuevas que consigue llevar a buen puerto.
            Sus principales influencias literarias fueron Lovecraft y Robert Graves en sus comienzos, aunque posteriormente sentiría una enorme fascinación por Carl Gustav Jung, cuyos conceptos de ánima y sombra usaría a menudo en sus narraciones. A lo largo de su vida se dedicó no sólo a la escritura, también fue un jugador de ajedrez de un nivel más que medio, además practicante de esgrima y actor, hecho éste que se nota en algunas de sus novelas, que construye a modo de escenario casi único y con pocos personajes, cosa que no desmerece en absoluto su maestría a la hora de abordar las tramas y desarrollarlas con un estilo único e inimitable. Y la pérdida de su primera mujer, aunque lo hundió en el dolor durante una temporada, fue también fuente de inspiración para su novela Nuestra Señora de la Oscuridad.
            Amante de la buena vida, ese carácter se nota con mucha claridad en la actitud del carismático Ratonero Gris, un joven enamorado de la picaresca, sin la más mínima intención de buscarse un trabajo en condiciones, con una autoestima a prueba de toda medida y una habilidad con el estoque que rivaliza con los mejores esgrimistas de Lankhmar.
            Su obra de fantasía más conocida sirvió de base para un conocido juego de rol, Dungeons & Dragons, lo que le reportó pingües beneficios que se encargó de dilapidar a lo largo del tiempo, hasta su muerte. A este respecto, resulta curioso comprobar la deuda que tiene esta forma de entender el ocio y el juego, y su consecuencia, con Leiber: Fafhrd y el Ratonero Gris sirvieron de pistoletazo de salida para Dungeons & Dragons, y luego éste sirvió como trampolín para crear obras como la Dragonlance, y otros juegos de rol basados en su sistema de juego, como Hyboria y algunos otros…
            Aunque tiene unas cuantas novelas, su principal obra es el relato breve o medio: así está construida la serie de Fafhrd y el Ratonero Gris, a base de retazos de las aventuras de los personajes que va estructurando de manera cronológica, excepto por una novela, Las Espadas de Lankhmar, la única de la serie en la que se extiende más para crear un argumento un poco más cercano al concepto de fantasía épica pero sin llegar a ello, quedándose en la espada y brujería más tradicional; de la misma manera, muchos de sus relatos de terror o ciencia ficción son cortos e intensos, obsequiando al lector con joyas que merece la pena descubrir…
            Si desean conocer su obra, aquí tienen una base sobre la que comenzar a trabajar:

 Serie de Fafhrd y el Ratonero Gris (Newhon)
  • Espadas y demonios (1970)
  • Espadas contra la muerte (1970)
  • Espadas entre la niebla (1968)
  • Espadas contra la magia (1968)
  • Las espadas de Lankhmar (1968)
  • Espadas y magia helada (1977)
  • La hermandad de las espadas (1988)

 Novelas
  • Esposa hechicera (1943)
  • Gather, Darkness! (1943)
  • The Sinful Ones, también conocido como: You Are All Alone (1953)
  • The Green Millennum (1953)
  • Destiny Times Three (1957)
  • The Big Time (1961)
  • Los cerebros plateados (1961).
  • El planeta errante (1964)
  • Ships to the Stars (1964)
  • Tarzan and the Valley of the Gold (1966)
  • Un fantasma recorre Texas (1969)
  • Night Monsters (1969)
  • The Demons of the Upper Air (1969)
  • You're All Alone (1972)
  • Our Lady of Darkness (1977)
  • The Dealings of Daniel Kesserich (1997)

Recopilaciones de relatos

  • La mente araña y otros relatos (1961)
  • Las canciones secretas (1968)
  • The Best of Fritz Leiber (1974)
  • Crónicas del gran tiempo (1984)

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